Ya merito!

miércoles, 27 de julio de 2011

La maldicion de la tarjeta de credito

No se por qué tengo tan mala suerte con las tarjetas de crédito. Desde la primera que saqué estando en México siempre es la misma cantaleta. Han visto en los centros comerciales los stands esos donde ofrecen las tarjetas como si fueran pan caliente? Parece facil, no? Que va!
La primera mala experiencia que tuve fue con Banamex, cuando saqué mi primera tarjeta de crédito. En general ese banco deja mucho qué desear a mi muy particular punto de vista.
Ahi iba yo muy ilusionada porque iba a poder comprar mis boletos para conciertos en las "preventas banamex" uy que bien! Llego a la sucursal y la espera para ver a un ejecutivo de cuenta (sin exagerar) fue de casi 2 horas! Estaba a dos de abortar la mision. Ok ya paso el coraje, me recibio muy amable la ejecutiva, llenamos la solicitud y listo.

Como a los 15 dias me llega el primer estado de cuenta, claro con el cobro de la primera anualidad. Y la tarjeta? Ni sus luces, hable a ver que pasaba, y no que me esperara que aun estaba en tiempo de transito normal. Paso otra semana, dos, tres, nada... Los primeros dos meses de la anualidad corrieron sin que yo pudiera usar la tarjeta, que padre! Fue un misterio porque esa tarjeta nunca llego. Me enviaron una de reposicion que tambien se tardo como otras 2 semanas hasta que pude usarla.

En Canada me paso exactamente lo mismo. La huelga del servicio postal me paso a fastidiar. Esta semana se cumplia un mes desde que me enviaron la tarjeta y como todavia no me llegaba me dijeron que la cancelarian y me enviarian una reposicion. Al otro dia me llego la tarjeta (la primera, la cancelada) y ya no la pude activar ni nada, porque ya esta bloqueada en el bendito "sistema" . Ahora me toca esperar oooootro mes o no se cuanto hasta que llegue el repuesto...como dirian mis amigos venezolanos QUE LADILLA! (o sea que fastidio!)

O sea saquenme de la duda por favor, soy yo o asi les pasa a todos?

sábado, 16 de julio de 2011

Dorel

Si les soy honesta hasta hace algunos días este nombre me era totalmente desconocido, en mi vida había oído hablar de esta empresa canadiense, líder en el mercado de artículos recreativos (bicicletas, patines, etc) y de artículos para bebés (carriolas, asientos para auto, muebles).

Y todo esto lo sé ahora porque esta semana empecé a trabajar en Dorel Distribution Canada. Estoy muy contenta  siendo parte ahora de la fuerza laboral canadiense. Me siento privilegiada y afortunada de que a solo un mes de haber llegado haya conseguido trabajo en mi área profesional. Es importante reconocer que esto no habría sido posible sin toda la ayuda que me brindaron tantas personas e instituciones que me he ido encontrando en el camino desde que llegué. A todas ellas mi eterno agradecimiento.

Esta semana ha sido verdaderamente intensa en el sentido de que hay que aprender mucha información y muy rápido. Y en francés mezclando un poco de inglés y español. Algo que me gusta de Montreal es que es verdaderamente la ciudad de los inmigrantes. Mi nuevo jefe es inmigrante de origen libanés, la chica que me está capacitando viene de Marruecos y entre mis otros compañeros hay varias nacionalidades también representadas. Sin olvidar a los quebecos, que ya hablan algunas palabras en español y la mayoría han visitado México en sus vacaciones. Lo que nos da un buen tema de conversación para ir rompiendo el hielo.

El horario es de 8 a 4:30 de lunes a jueves, con 1 hr de lunch y los viernes salimos a las 3pm por ser el verano. Hay que aprovechar el calorcito mientras dure. Llegar a las 8:02 es inaceptable. Y quedarte después de las 4:30 también. Tomo el autobús y a las 5pm ya estoy de regreso en casa con tiempo suficiente para hacer muchas cosas en la tarde. Y más ahora que se oscurece hasta las 10 pm.

¿Qué más se puede pedir?

jueves, 7 de julio de 2011

Cadena de favores

El fin de semana nos reunimos varios paisanos que vivimos aquí en Montreal. La mayoría llevan ya varios años viviendo aquí y para mi fue interesante intercambiar experiencias con ellos acerca de lo que significa ser un inmigrante aquí y de las experiencias que vivieron ellos cuando llegaron. Me sirvió escuchar sus consejos, pero creo que lo mejor de todo fue sentir que existe una red de apoyo y que entre paisanos nos echamos la mano. De hecho, me fue muy bien porque hasta una vajilla me regalaron para mi nuevo departamento.

Obviamente a la reunión no pudieron ir todos los que forman parte del grupo, pero gracias a la tecnología también me contactaron otras personas para darme más cosas e incluso me hicieron favor de llevarlas hasta mi casa y eso en verdad que lo agradezco mucho.

Hoy me tocó a mí recibir la ayuda, y espero que en un futuro no muy lejano llegue la oportunidad de regresarles el favor. Aunque no sea directamente a ellos, sino a alguien más que lo necesite, como en una cadena de favores. Hacer el bien sin mirar a quién.